Lago Maihue (X región)
Hacia el año 1975,y para ser más exacto,en la primera quincena del més de Febrero,yo y un grupo de amigos ,todos estudiantes de medicina,decidímos llevar a cabo lo que para muchos no era más que una locura para nada acorde con nuestra condición de estudiantes universitarios adultos. Con bastante antelación,habíamos planeado los detalles generales de lo que sería una aventura de supervivencia en las riberas del hermoso Lago Maihue,en la X región de Chile,nuestro país.Lo planeado,por supuesto,no consideró para nada lo que podía suceder ya que veíamos todo como prevescible y seguro. Recuerdo que todo esto partió luego que a uno de nosotros se le ocurrió comprar un hermoso arco de madera y unas cuantas flechas del mismo material.Luego de esta adquisición,comenzamos a leer cuanto pudimos recopilar sobre caza con arco,algo absolutamente ignorado en nuestra nación.No sin cierta dificultad,juntamos el dinero suficiente para que trés de nosotros cuatro,tuviésemos arco y flechas y todo lo que necesitaríamos para lograr nuestro objetivo:sobrevivir con lo básico para así tener que cazar o pescar nuestro alimento.(En la zona se sabía de la existencia de ciervo colorado y jabalíes). Por esas cosas de mi personalidad,fuí el más persistente de todos en cumplir con la idea original y así,con mi hermoso arco recurvo de 40 libras (#) y todo el equipamiento,de manufactura propia,cada amanecer me veía salir del campamento con lo básico para pasar el día mientras buscaba que cazar.Pero pasban los días y nada lograba cazar por la poca experiencia que tenía en la arquería y los pocos conocimientos sobre esta disciplina.Pero ni esto ni las burlas de mis compañeros de aventura,lograron hacerme cambiar de idea.Así,mientras ellos procuraban abastecerse de alimentos con algunos lugareños,yo,entraba a los bosques dispuesto a lograr mi objetivo. En eso estaba y mientras trataba de ubicar el nido de una perdiz que acababa de remontar vuelo,a escasos metros por delante mio,aquel furioso bufido a mis espaldas apenas me dió tiempo a dar vuelta mi cabeza. La furia del animal y su tamaño,me hicieron entender de inmediato que mi única salida era internarme más en el bosque y tratar de buscar algún refugio.Si no lo lograba,aquel especie de cerdo podía ponerme en serios aprietos,y dada mi poca experiencia con el arma que portaba,no podía intentar un tiro en esas condiciones. Por fortuna para mi,logre subirme a un arbol y permaneci de pie en una de sus ramas hasta bastante rato despues que los bufidos se alejaron.Creo haber estado en esa situacion aproximadamente una hora,tiempo que se me hizo interminable,mientra aquel animal bufaba por las cercanias. Bajé del arbol,puse una de las flechas de madera que portaba en la cuerda,abrazando con mis dedos de la mano derecha,cubiertos por el protector,el extremo proximal de la flecha,y comence a caminar de regreso por donde habia entrado a la espesura del bosque.Sigilosamente me acerqué al claro donde habia sido atacado y breves segundos despues lo vi. Nunca habia visto algo igual,pero era evidente que se trataba de un Pecari o de un Jabalí,por su tamaño,su pelaje y por los colmillos que asomaban en su hocico.Por otro lado,en aquella region,se habian visto estos animales que provenian de cotos de caza de Argentina,tras huir de alli.Ya en territorio Chileno,se mezclan con chanchas dejadas en libre pastaje,dando origen a una variedad de cerdo salvaje muy cercano y muy parecido al Jabali. Asi las cosas,y ya a unos quince metros del animal,que no me explico como no se percató de mi presencia,tensé el arco de 40 #,apunté a la paletilla y solté la flecha. El sonido del impacto pareció llenar el ambiente y los chillidos del animal me atemorizaron.Me oculte,entonces,tras un arbusto ,temiendo ser embestido por la furiosa criatura.Sabía que la había impactado en el lugar adecuado y ví la flecha insertada hasta la mitad de su longitud en la zona elegida,mientras el animal saltaba hacia adelante para iniciar una serie de carreras en círculos. Luego,cesaron los chillidos y el sonido de la loca carrera del animal,así que pude asomarme.Todo era quietud,pero a pesar de llo,sabía que debía quedarme en esa posición para no insitar al animal herido a huir aún más lejos.Durante esos treinta minutos de espera,todo tipo de pensamientos vinieron a mi mente,mientras mis manos aún temblaban;la emoción era muy grande porque ,pasara lo que pasara,había logrado mi objetivo sin claudicar. Cumplido aquel plazo,salí dispuesto a encontrarlo y tomé la precaución de colocar otra flecha en la cuerda por si era necesario disparar nuevamente. La sangre,esparcida en pequeñas gotas,y el pasto aplastado por el peso del animal y su loca carrera,me guiaban hacia el lecho del caudaloso y cercano Rio Blanco,que drenaba sus frias aguas al lago.Luego,poco a poco,el pastizal dio paso al terreno pedregoso de la orilla del rio y solo las gotas de sangre me permitían seguir el ratro de mi presa. La ví desde unos diez metros;yacía sobre las piedras y solo un pequeño trozo de la flecha permanecía en su cuerpo,clavada en la paletilla izquierda. Por primera vez en mi vida,había logrado cazar a un animal con un arco y lo había hecho con equipamiento incompleto,en la total ignorancia y con una flecha muy mal hecha y diseñada para otros fines.Solo la distancia de tiro podía explicar la penetración de esa flecha con su punta para blanco. Jamás olvidaré aquella aventura que me marcó como cazador por el resto de mi vida:jamás volvería a cazar con un arma de fuego nuevamente. (haz click en el símbolo) |
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